viernes, 9 de julio de 2010

Dibujos de antaño III: Spawn a pluma




Hace 9 años, en 2001, yo tenía 18, casi 19 años. Encontré trabajo como tramitador (entiéndase mensajero) en un despacho contable. Así le ponen en el anuncio para que se vea bonito.
Era mi primer empleo en el ramo de lo contable. Pasaba todo el día en las oficinas de gobierno, en el banco, con los clientes y sobre todo, en las rutas urbanas. Así fue que, un día cuando bajaba de la ruta 2 en Pino Suárez y Madero, vi Spawn en un puesto de revistas y lo compré.

Para ese tiempo, ya hacía mucho que había dejado de comprar comics, pero recuerdo que en la prepa 13 de Allende, el carnal Javier Cavazos A.K.A. Javy A.K.A. el príncipe valiente A.K.A. el allende, para los de la FAV, me prestó unos números de cuando Spawn tenía el reloj de tiempo. Me gustó mucho el trabajo de Capullo, que era distinto a lo que había visto en los cómics que tuve. Y se me quedó bien grabado.

Sobre Spawn

La historia de Spawn, pues no me parece


grandiosa: El infierno reclutando al general para su batalla contra el cielo, ya está más visto que los calzones de Niurka. Luego los diálogos caen una y otra vez en los clichés de las películas gringas. Salvo algunos números, la mayoría eran así. Pero yo lo seguí comprando por el arte de los coloristas, tinteros y dibujantes.
Rondando el # 100, la historia subyacente al plot general se puso interesante, pero, al mismo tiempo daba por acabado el período de Greg Capullo como artista de Spawn y le daba entrada a Angel Medina. Lo seguí comprando por la trama que se había empezado a desarrollar, si no, ya no la habría comprado más. No digo que fuera malo Medina, pero no me gustaba que dibujara desproporcionados a algunos personajes. G. Capullo se esforzó por hacer ver a Wanda como una mujer sexy, por ejemplo, y Angel Medina la dibujaba con la cabeza muy grande, parecía Ricochet de Mucha Lucha, jeje.

También le gustaba saturar las páginas, enmarcando las viñetas con cuerpos salidos del infierno. Ya de por sí dibujaba muchas y muy pequeñas las viñetas y era difícil darle seguimiento a la historia, se convertía a veces en un “Donde está Waldo”. Luego decayó de nuevo la historia y ahí fue cuando ya no la compré.

Retomando

Y bueno, yo tenía una oficina en el despacho, donde trabajaba cuando no había salidas. Era un decir, porque no hacía cosas muy interesantes en ese tiempo, sólo me ponía a jugar en la pc o a dibujar. Hablando de saturación...El sketch que ahora subo, es de esos poquísimos días donde no había vueltas (en serio, era una friega). En hoja de máquina y con una pluma, así nomás. No hay mucho qué decir, no seguí método alguno, solo lo tracé de la página y le puse sombra a como la naturaleza me lo dio a entender. La verdad no recuerdo cuando fue, pero no pudo ser de otra manera.

Saludos

1 comentario:

Anónimo dijo...

a siiiiiiiiiiiiii