Ayer a medianoche, el ultimo de los brujos abandonó la casa. Había preparado todo con mucho tiempo; había movido anteriormente alguno que otro libro de magia; frascos y pócimas; calderos y gorros; conocimientos antiguos y modernos, en fin...Ayer solo restaban cosas sin importancia , ciertos encantamientos menores; a excepción de la gran bola de cristal donde veía el juego de baseball por las noches y una caja llena de ilusiones. Mientras paseaba por la casa vacía, le llegó el olor igual a
como cuando llegaron él y los demás; solo era cuestión de remover las cosas para darse cuenta que debajo de todo estaba ese olor: no importó que en 4 años haya llovido a cántaros y se haya colado la humedad; ni que el perro de tres cabezas haya vivido, comido y defecado en un cuarto durante semanas, y que el olor a perro impregnara las paredes de ese cuarto; ni que el baño se haya tapado una y otra vez; ni que los pies de los brujos tuvieran esa penetración en el ambiente tan severa; ni que los alimentos permanecieran mas de los debido en los botes de basura dentro de la casa; tampoco que la cerveza se tirara y nadie la limpiara; ni que hubieran asado mucha carne...nada importó, el olor siempre estuvo debajo de todo.Los "flashazos" se dejaban venir, el día que abrieron la puerta por primera vez llegó hasta su memoria. Los fantasmas de la casa los extrañarán: habrán sido los huéspedes mas distinguidos sin duda.Ayer se cerró la puerta de la casa encantada y ningún otro brujo, sólo él, estuvo ahí para oler la casa vacía, y recordar, y finalmente apagar la luz, dar un paso adelante y no regresar jamás... ------------------------------------------------------------------------------------------------Epílogo:Ayer dejé de vivir en mi refugio de 4 años para irme a vivir a mi nuevo hogar, donde pasaré algunos días antes de casarme y muchos después seguramente. Adiós casa de los brujos.
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